El origen de algunas enfermedades se relaciona con el exceso de producción y el acumulo anormal de radicales libres (producto de la oxidación y acumulo de tóxicos) y el déficit de mecanismos de defensa contra la oxidación sumado a la inflamación crónica persistente.
La inflamación y el estrés oxidativo se ha implicado en la patogenia del envejecimiento cerebral, la disminución de la memoria, el razonamiento y de algunas enfermedades neurológicas, incluidas algunos tipos de demencia entre ellas la enfermedad de Alzheimer
La demencia no es una enfermedad específica, sino un síndrome caracterizado por el deterioro de dos funciones cerebrales principales, la memoria y la razón.
Los síntomas incluyen olvidos, aptitudes sociales restringidas y razonamiento tan limitado que interfiere en las actividades diarias.
El cerebro es particularmente vulnerable al daño por estrés oxidativo, debido a su alto consumo de oxígeno, a los altos niveles de ácidos grasos poliinsaturados, a los niveles bajos de antioxidantes y a la presencia de una concentración relativamente alta de iones metálicos de transición redox
Entre los daños más comunes causados por el estrés oxidativo se encuentran la lipoperoxidación, la oxidación de proteínas, cuyo principal marcador es la carbonilación proteica y la oxidación de bases nitrogenadas, siendo la 8-oxo-2’-desoxiguanosina (8-OHdG) y la 8-hidroxiguanosina (8-OHG) los principales marcadores de daño oxidativo en el ADN y el ARN, respectivamente.
En investigaciones realizadas con la asociación del genoma completo (GWAS por sus siglas en inglés) se ha encontrado una relevante participación de la respuesta inmune, la inflamación crónica y la alteración de la microglía con el desarrollo de las demencias tipo Enfermedad de Alzheimer.
La Medicina Biorreguladora de Sistemas permite un abordaje integral de estos pacientes mediante;
Farmacología Biorreguladora: Dando soporte orgánico al cerebro y modulando la respuesta inflamatoria y drenando toxinas.
Ozonoterapia Clínica: Permite estimular el Factor Nuclear Eritroide tipo 2 (Nrf2) en el cerebro el cual codifica una respuesta anti-oxidante y regenerativa, y además mejora la oxigenación de los tejidos.
Nutrición Clínica Funcional: Modificando y enriqueciendo la dieta, aportando los nutrientes necesarios para dar soporte neurológico, eliminando lo factores pro inflamatorios, oxidativos y tóxicos.
El Abordaje integral del paciente permite mejorar la condición y calidad de vida, no solo del paciente sino de todo su entorno y familia.
El tratamiento integral de estos factores no solo debe realizarse cuando la enfermedad está instalada, sino tambien de forma preventiva.
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