El organismo humano es un sistema dinámico sumamente complejo, cuya estabilidad (homeostasis) depende de la interacción de los distintos subsistemas que lo componen. Así, para mantenerse dentro
de unos límites fisiológicos, la mayor parte de los procesos vitales son controlados por sistemas retroalimentados (p. ej., la liberación de citocinas, hormonas y neurotransmisores, el equilibrio
entre linfocitos Th1 y Th2, etc.).
Las intervenciones terapéuticas orientadas a influir, inhibir o estimular estos sistemas de autorregulación, y respetando siempre el carácter de control biológico de los mismos, se incluyen en el concepto de Medicina Biorreguladora, en la que se integra la Homotoxicología (Homeopátia Biologica), La inmunologia, Nutrición Clinica avanzada, y Terapia Fisica/Psicologica de ser necesaria.
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