Hoy, más que nunca, los jóvenes están sufriendo de una enfermedad crónica – la causa tiene que ver con comer una dieta tóxica – que solía ocurrir principalmente entre los adultos mayores con diabetes.
Las cifras recopiladas recientemente en la encuesta del Sistema Nacional de Salud y Nutrición revela que aproximadamente el 10% de los adolescentes estadounidenses sufren de hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en ingles), una enfermedad potencialmente mortal caracterizada por inflamación crónica del hígado.
Para su estudio, la experta, Dra. Miriam Vos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory y sus colegas revisaron los datos de más de 10,000 jóvenes entre las edades de 12 y 18 años que recorrieron de 1998 a 2008. Lo que encontraron es que que las tasas de hígado graso en este grupo de edad casi se ha triplicado durante el período de 10 años, superando incluso el aumento simultáneo de las tasas de obesidad.
El aumento del consumo de alimentos procesados, adicionados con conservadores, el uso del jarabe de maíz para endulzar los alimentos, los metales pesados, el exceso del consumo de las grasas saturadas, el uso y abuso indiscriminado de antibióticos y antiinflamatorios, hormonas, químicos y el abuso del alcohol, aunado con el sedentarismo hacen que la toxicidad hepática se incremente y se exprese en distintas condiciones, como el Hígado Graso.
El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo
humano. Recibe aproximadamente 1,5 litros de sangre por
minuto e interviene en tres importantes funciones vitales indispensables para nuestro organismo: la depuración, la síntesis y el almacenamiento.
Tiene una función de depuración: El hígado recupera y transforma numerosos tóxicos para hacerlos inofensivos antes de eliminarlos. Destruye los glóbulos rojos y los glóbulos blancos envejecidos, así
como ciertas bacterias presentes en la sangre. Destruye los tóxicos procedentes de los desechos producidos de forma natural por nuestro organismo, como el amoníaco, pero también los que
ingerimos, como el alcohol. Neutraliza los medicamentos que absorbemos una vez que han producido sus efectos, evitando de este modo una acumulación peligrosa.
Tiene una función de síntesis: El hígado interviene en el metabolismo de los glúcidos, los lípidos (colesterol,
triglicéridos) y de las proteínas (albúmina). Juega un papel esencial en la producción de los factores de la coagulación que permiten evitar las hemorragias. Interviene en la producción y la
secreción de la bilis (600 a 1200 ml al día) que se almacena y concentra en la vesícula biliar.
Tiene una función de almacenamiento: El hígado almacena las vitaminas liposolubles (A, D, K E) y el glucógeno.
De este modo, almacena la energía bajo forma de azúcar y la pone a disposición del organismo en caso de necesidad.
La Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico (EHGNA) es una disfunción hepática originada por acumulación de grasa en el hígado. Esta situación generalmente evoluciona como una esteatosis simple, pero si a la grasa se le une inflamación y fibrosis se origina esteatohepatitis (EHNA) con el riesgo de que pueda degenerar en cirrosis y hepatocarcinoma. A menudo es “silenciosa”, es decir, no presenta síntomas, sin embargo, puede progresar en ausencia de manifestaciones clínicas evidentes.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
La presencia de diabetes mellitus tipo 2, la obesidad, sobre todo a nivel del
tronco, el aumento de triglicéridos y una historia familiar de esteatosis o esteatohepatitis son algunos de los factores más comúnmente asociados a esta enfermedad.
Cuando el hígado no trabaja apropiadamente, un buen número de señales pueden indicar que hay un problema. Los pacientes pueden presentar estos síntomas:
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Lo que resulta interesante es que los síntomas de una desintoxicación hepática imposibilitada comúnmente son los mismos que los que se le atribuyen a los pacientes que sufren la exposición a químicos tóxicos.
La Homotoxicología (Medicina Biológica) Permite eliminar toxinas del organismo, modular la inflamación, incrementar la función de depuración hepática y de otros órganos depuradores, eliminar bloqueos enzimáticos, incrementar el soporte orgánico y junto con una buena alimentación disminuir el acumulo de grasa en el hígado, todo esto comprobado por estudios de gabinete y en la sintomatología del paciente.
Por qué deberías tomar una terapia de desintoxicación?
La mayoría de las personas en la época actual no cuenta con los pilares de la salud:
Por el contrario, los habitantes típicos de las ciudades modernas viven en un ambiente propicio para la intoxicación progresiva y aguda de su organismo:
Esto lleva a que el organismo tarde o temprano pierda la batalla frente a la enorme cantidad de toxinas y contaminantes a las que es expuesto diariamente.
El hígado, el principal órgano desintoxicador en el cuerpo, empieza a acumular estas toxinas, y por otro lado esta la mala alimentación y poco consumo de agua que con el tiempo junto deterioran las capacidades naturales del cuerpo para estar sano.
Beneficios de la terapia de desintoxicación profunda
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